CATALINA 

Búsquedas ansiosas tienen focos sobre mí, pobres almas en desgracia. No saben cuan grandioso egocentrismo es capaz de portar su persona, no por ser hito ni Dios; sino por trabajo, sudor y dedicación de otra vida amante del amor propio, que bien distinto es. 

En un mundo de tinieblas, las sonrisas verdaderas se esconden profundas bajo las sábanas, han creado cierto apego al algodón. ¿Quién podrá librarles? Ellas son y serán siempre espadas, con tan feroces dientes como leonas, no se confundan; aunque se hagan llamar zorras, son más bravas que la misma Atenea y el propio Thor las teme. 

Los sueños eróticos de las musas luchan contra la mediocridad mundana. En los cielos jamás hubo nadie  capaz de brillar con tanta ansia, fueron apagadas en lo terrenal pero la realidad mundana desvaría. ¡Ay! Si bien es que el recuerdo en el tiempo vale mucho más cuan cuantiosa cifra que el oro. 

¡Qué será de ti! ¡Qué será de mi! ¡ Qué será de nosotros! ¡ Qué será de todo lo que vivimos! Que Dios se apiade de mi porque las fuerzas ya me abandonaron. A ti mi amada, a ti mi querida, a ti mi amante.